miércoles, 13 de abril de 2011


Chiapa de Corzo

  • Es la heredera de la Chiapán prehispánica, por ello conocida en la antigüedad como Chiapa de los Indios.
  • Sede de una de las fiestas populares más coloridas de México, la de san Sebastián en enero.
  • Posee uno de los mejores conjuntos de arte mudéjar del país.
Al borde de la depresión central de Chiapas, encaminándose rumbo a las faldas de las montañas de los Altos, conservando las altas temperaturas de la tierra caliente chiapaneca, Chiapa de Corzo, ciudad que forma parte central en la historia del estado, se sitúa en la margen derecha del río Grande o Grijalva, a 14 kilómetros de Tuxtla Gutiérrez. La estratégica posición en el cruce del río, punto de encuentro en la depresión central con los Altos, propició un poblamiento temprano que se remonta a 1400 a.C. Un grupo de filiación otomangue, los chiapanecas, llegó al lugar hacia eli año 1000 d.C., sojuzgando a sus vecinos zoques. Con ellos tuvieron contacto los españoles, primero en 1524, cuando llegó la expedición de Luis Marín, y luego en 1528, con la entrada conquistadora de Diego de Mazariegos. Después de la conquista, Chiapa se convirtió en una encomienda y más tarde en una dependencia directa de la corona española, por lo que recibió el nombre de Chiapa de la Real Corona. En 1821 se unió al movimiento independentista iniciado en Comitán y fue escenario, durante el siglo XIX, de las grandes luchas entre liberales y conservadores. La batalla del 21 de octubre de 1863 fue decisiva para el triunfo de la Reforma en Chiapas.

Su traza renacentista que se sobrepuso a la ciudad indígena se distingue por el conjunto mudéjar formado por la Pila, fuente de refinada inspiración morisca hecha en ladrillo, única en Iberoamérica; el templo de Santo Domingo y el edificio conventual anexo, ahora sede del Museo de la Laca, y las ruinas del templo de San Sebastián. La plaza está rodeada por los portales, el edificio del ayuntamiento y la casa de don Angel Albino Corzo. Dentro de esta plaza, se encuentra la secular ceiba o pochota, árbol sagrado, que se relaciona según la tradición con la fundación de la ciudad. Está también la torre del reloj, imitando a la arquitectura de la fuente o pila.

Muchos otros puntos de interés posee la ciudad como sus capillas de barrio como San Jacinto o El Calvario que guarda un magnífico tablero renacentista tallado en madera con el tema de la Crucifixión; las ruinas del templo colonial de San Sebastián o las ruinas prehispánicas de las épocas Preclásica y Clásica en sus afueras, y el Museo de la Marimba que pertenece a la familia Nandayapa Vargas quienes, siguiendo con la tradición familiar como constructores de marimbas, ofrecen al visitante un recorrido por su taller, en donde se aprecia la madera en su estado natural lista para convertirse poco a poco en este artístico instrumento, así como una completa conferencia de los orígenes y evolución de la marimba que tanto hace vibrar a los chiapanecos.

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